Muchas veces escuchamos la seguridad laboral como esa cosa que comenta el/la especialista de riesgos laborales como una cosa lejana que debemos hacer pero no sabemos muy bien la razón y es que esta es el conjunto de medidas y normas que tienen como objetivo prevenir los accidentes y enfermedades que puedan afectar a los trabajadores en el desempeño de sus actividades y por ello es un pilar importantísimo en nuestro trabajo diario.
La seguridad laboral es nuestro derecho y una obligación tanto de los empleadores como de los empleados, y su cumplimiento contribuye a mejorar la productividad, la calidad y el bienestar de todos mejorando ratios de productividad y desempeño diario en nuestros empleados.
Uno de los aspectos más importantes de la seguridad laboral es la ropa de trabajo profesional, que debe estar diseñada para proteger al trabajador frente a los riesgos específicos de su sector. La ropa de trabajo debe ser cómoda, resistente y adecuada a las condiciones climáticas y ambientales del lugar de trabajo.
Existen diferentes tipos de ropa de trabajo según las necesidades de cada profesión, como por ejemplo:
– Ropa ignífuga: protege al trabajador del fuego y las altas temperaturas.
– Ropa antiestática: evita las descargas eléctricas y las interferencias con equipos electrónicos.
– Ropa reflectante: aumenta la visibilidad del trabajador en condiciones de poca luz o niebla.
– Ropa impermeable: impide el paso del agua y la humedad al cuerpo del trabajador.
– Ropa térmica: mantiene la temperatura corporal adecuada en ambientes fríos o calurosos.
Además de la ropa de trabajo, existen otros elementos que forman parte del equipo de protección individual (EPI) del trabajador, como por ejemplo:
– Calzado de seguridad: protege los pies del trabajador contra golpes, cortes, caídas o resbalones.
– Guantes de trabajo: protegen las manos del trabajador contra abrasiones, quemaduras o agentes químicos.
– Cascos o gorras: protegen la cabeza del trabajador contra impactos o caídas de objetos.
– Gafas o máscaras: protegen los ojos del trabajador contra polvo, chispas o radiaciones.
– Tapones o auriculares: protegen los oídos del trabajador contra ruidos excesivos o explosiones.
La elección del EPI adecuado depende del tipo y nivel de riesgo al que se expone el trabajador en su actividad. El EPI debe estar homologado según las normativas vigentes y debe ajustarse correctamente al cuerpo del trabajador.
La seguridad laboral no solo depende del uso correcto del EPI sino también de otras medidas preventivas como:
– Seguir las instrucciones y protocolos establecidos por la empresa para cada tarea.
– Mantener el orden y la limpieza en el lugar de trabajo para evitar obstáculos o tropiezos.
– Utilizar correctamente las herramientas y maquinarias disponibles para cada función.
– Informar sobre cualquier situación anómala o peligrosa que se detecte en el entorno laboral.
– Participar en las actividades formativas e informativas sobre prevención de riesgos laborales que organice la empresa.
La seguridad laboral es una responsabilidad compartida entre todos los miembros de una organización. Su cumplimiento beneficia tanto a los trabajadores como a los empleadores, ya que reduce los accidentes, las bajas laborales, los costes sanitarios y legales, y mejora el clima laboral, la motivación y la satisfacción.
Espero que este artículo te haya sido útil e interesante. Si quieres saber más sobre seguridad laboral puedes visitar nuestra web lorcaepis.com 😊